… "Bien podría ser que esta comunidad antroposófica fuera una comunidad de seres humanos unidos en amor, porque se sienten de tal manera que les corresponde una búsqueda común. ¡Démonos cuenta de esta tarea nuestra, la más íntima, la más entrañable! ¡Situémonos en espíritu ante el pesebre, ofrezcamos al Niño de Navidad estas ofrendas y regalos que residen en el conocimiento de que algo único ha de penetrar nuestras almas; para que la humanidad moderna llegue a consumar sus tareas, que pueden sacarla de la barbarie e introducirla en una verdadera, nueva civilización!Verdad es que para ello hace falta que en nuestros círculos, unos ayuden a otros realmente en amor, que realmente se forme una comunidad de las almas, que desaparezcan de nuestras filas todas las rivalidades y cosas parecidas, que no sólo nos miremos el uno al otro, sino que todos juntos miremos hacia la gran meta común. Eso también es inherente al secreto que el Niño de Navidad trajo al mundo: que se pueda mirar hacia una meta común sin que los hombres entren en dasarmonías mutuas, pues la meta común significa la unión en armonía. Y, en realidad, la luz de Navidad ha de brillar como una luz de paz, como una luz que sólo podrá traer la paz exterior derramando antes paz interior sobre los corazones humanos. Deberíamos poder decirnos: ¡Si llegamos a actuar en las grandes tareas de este modo, juntos en amor, sólo entonces comprenderemos la Navidad! Si no llegamos a eso, no comprenderemos la Navidad.…¡Oh, en esta noche quisiera tener palabras que hablen a lo más profundo del corazón de cada uno! Entonces cada uno de ustedes sentiría cómo en estas palabras que hoy pronuncio, está implícito aquel saludo que es una invitación a dar mucho calor en el corazón a la ciencia espiritual, para que llegue a ser una fuerza capaz de socorrer a la humanidad que vive bajo una terrible presión.
Dornach, 24 de Diciembre de 1920 GA 202
“Adoración de los pastores” Gherardo della Notte; 1590-1656
